viernes, 18 de septiembre de 2009

QUE SE CELEBRA EL 15 DE SEPTIEMBRE

En México cada septiembre, es imposible huir del ruido y el escándalo nacional. La única forma de escapar es colocándose tapones en los oídos. Pero esto no basta porque entonces habría que colocarse también tapones en las narices pues el humo de los cohetes lo deja a uno con la impresión que el país se está quemando, que tanta alegría es el preludio al fin del mundo. Pero que nadie se espante, desechemos la escatología y pongamos los pies sobre la tierra: estamos orgullosos de ser mexicanos y libres. ¡Válgame Dios! ¡Que linda fiesta! Ahora que si de fiestas se trata, también podríamos festejar diario que logramos la independencia y que expulsamos a los espantosos españoles pero que, gracias a Dios, no subieron al poder los todavía más espantosos indios (muy nacos) y que, al paso del tiempo, el país fue gobernado por bastardos. Claro, se escucha mejor decir que el país es mestizo. ¿Y qué es ser mestizo si no hijo bastardo? No me digan que somos el producto deseado de un españolito y una india, o de un indio y una españolita que, en pleno uso de sus facultades sexuales y reproductivas, decidieron unirse en santo matrimonio y procrear a la nación mexicana o por lo menos a lo hijos de esa nación. Quizá nuestras abuelas lo creyeran. Corrijo a renglón seguido: ellas eran las que menos lo creían… Septiembre, el mes de la patria, el mes de las fiestas. La celebración de la bastardía nacional.

Lo mexicano, pues, es la exaltación de la debilidad y la derrota. La única victoria fue la de Benito Juárez contra el cándido Maximiliano. Pero a Don Benito se le ocurrió morirse justo cuando su mito estaba a punto de derrumbarse. Bendito sea don Benito que se murió a tiempo y nos dio la victoria nacional más citable. Bueno, solo después de que el territorio de la antigua Nueva España se quedó a la mitad. “Nos robaron”, dicen los campeones de la primera estrofa del himno (“Mexicanos al grito de guerra…”). ¿A quiénes y qué? ¿California, Nuevo México, Arizona, Texas? Texas se independizó de México, vivió nueve años libre y luego se unió a los Estados Unidos. ¿Cuántos mexicanos había en esos territorios? ¿Sería mejor hoy California si fuera mexicana? Los Ángeles es una ciudad que apenas en el siglo XX (finales) se llenaría de mexicanos. Y Texas fue gobernada por un yucateco separatista. Quizá si Texas no se nos hubiera ido, no tendríamos Bush… buen consuelo. Pero justamente este consuelo es lo que nos da identidad: somos los pobrecitos que pierden contra los agresivos y malévolos yanquis. Qué sería de nosotros si al buen Santa Anna se le ocurre ganarles: no tendríamos de qué sentirnos orgullosos. El 16 de Septiembre de 1847 también se celebra el día que la bandera norteamericana hondeó en Palacio Nacional. Quizá esa sea la verdadera fecha de nacimiento del sentimiento nacionalista mexicano.


¿Qué pues se celebra este glorioso día? No existe eso llamado lo mexicano. México es un invento nuevo. Antes existían tribus más o menos nómadas, algunas civilizaciones que se quedaron en la Edad de Piedra y que por azares del destino terminaron en este lugar. Así que ni ellos son los verdaderos “dueños” de esta tierra pues si le buscamos sabremos que los aztecas, mayas, zapotecas y demás no eran más que tribus conquistadoras y expansionistas. Luego existió algo que se llamó la Nueva España. Eso tampoco era México. Algunos de nuestros próceres mexicanos no habían nacido en este territorio y, horror, se llamaban a sí mismos “americanos”. Luego existió un territorio cuyos gobernantes lo llamaban México, pero hasta antes de la guerra contra Estados Unidos, no había más que rancherías, pueblos alejados, pobladores que nunca se enteraron que había una constitución y que habría que morir por eso. Además, los “mexicanos” eran hijos de españoles que, excluidos de los principales puestos políticos y administrativos, decidieron cortar con el inestable y débil poder político de Madrid. Nada de indios, nada de mezcladitos. Eso fue posible exaltarlo apenas en el siglo XX. Miren que curioso: fue hasta después del movimiento popular iniciado en 1910 que el Estado se dio a la tarea de educar a su población y de reconocer oficialmente esa bastardía. Ahora ser mestizo era mejor que ser otra cosa, básicamente porque había más mestizos que indios, estos además reticentes a llamarse a sí mismos mexicanos. Y así llegamos hasta la época de la expropiación petrolera y luego Miguel Alemán y ahora sí: todos somos mexicanos. Claro: con más dinero hay más forma de hacer publicidad. México empezó a ser “nación” hasta por lo menos la segunda mitad del siglo XX.

Pero, ¿no debería haber algo que nos una? Sí: las victorias y derrotas comunes. No más. No nos une ni la comida, ni la música, ni el vestido, ni el clima, ni los acentos y formas del lenguaje. El jarabe tapatío es de Jalisco, la banda es del Norte, los sones son huastecos, la marimba es yucateca… el charro no tiene nada que ver con el volador de Papantla ni el sombrerudo.


COMIDA MEXICANA :

VESTIMENTA MEXICANA:




CELEBRACION :


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